Al final, después de un viaje larguísimo y dos días en Japón puedo comenzar el blog.
El viaje en avión (aviones) no se me hizo muy largo en sí, parece mentira que casi te pases medio día dentro de una cabina entre películas, comidas, cabezadas... Salvo un susto al descender para aterrizar en Beijing, todo fue perfectamente.
En el control de pasaporte del aeropuerto tampoco me pusieron ninguna pega y tras separarme de las dos chicas con las que viajaba (Alba y Marta) compré el billete de tren hacia Kyoto con una chica alemana que, casualidades de la vida, iba a Kyoto (como yo), a estudiar en Doshisha (como yo) e iba a vivir en la residencia Kyoto Shugakukan (¡anda, igual que yo!). Un guardia me ayudó a sacar el billete, no porque no supiera, es que mis billetes de mil yenes no tenían la cara de la persona que reconocen los expendedores de billetes, surrealista y divertido a la vez (eso lo pensé después, en ese momento sólo pensaba en que iba a perder el tren).
Mi nueva acompañante no era muy habladora, así que pasamos la mayor parte del viaje callados. No necesitaba hablar, tenía más que suficiente con mirar emocionado a todos lados desde la ventana del tren y creerme de una vez por todas que de nuevo estaba en Japón... En la estación de Kyoto me esperaba Kohei, un chico japonés estudiante de Doshisha que me llevó hasta la residencia y me ayudó el primer día hasta el punto de llegar tarde a su trabajo. Los japoneses como siempre y no dejarán de sorprenderme. Ya hablaré sobre la residencia en otro post.
He conocido mucha gente nueva, hay gente de todos los países: Nueva Zelanda, China, Taiwán, Suecia, Finlandia, Inglaterra, Suiza, Finlandia... La mayoría habla japonés y/o inglés muy bien, me tengo que esforzar un montón para poder hablar y todavía me cuesta entender todo lo que dicen en japonés. Estoy muy muy oxidado. Ayer salimos prácticamente todos para ver el campus, (no muy a fondo, tengo seguro que el primer día me voy a perder) y para comprar una bicicleta. Sí, le hicimos el agosto (bueno, septiembre) a la tienda al comprar unas... ¿20 bicis? De segunda mano, eso sí. Ahora tengo un poco más de libertad a la hora de moverme.
Y hablando de moverme tengo que dejar el primer post así, porque me toca ir a por un keitai denwa, es decir, un móvil, en el cual espero poder ver la televisión (gratis =D) y así poner al día mi oído en japonés porque dentro de nada me toca un examen nivel y quiero hacerlo lo mejor posible.
Pronto subiré alguna foto y escribiré más.
¡Saludos a todos!
¡Ah! La dirección, que casi se me olvida:
Kyoto Shugakukan 110
1-14 Higashi Kishimoto-cho, Shimogamo,
Sakyo-ku, Kyoto, 606-0854
JAPAN
Encima de Kyoto Shugakukan tenéis que poner mi nombre, como en una carta normal.Y si queréis escribirla en japonés:
〒606-0854
京都市左京区下鴨東岸本町14 110
京都修学館
y mi nombre aquí xD.
No os preocupéis que llega de la primera forma perfectamente xD.
La verdad que lo unico que puedo imaginar es la sonrisa que debes de tener todo el rato en la cara por estar allí acumulando anécdotas y escuchando japonés todo el día :)
ResponderEliminar1 beso enorme desde Salamanca! ;)
Creo que su cara tendría una sonrisa más grande si alguien consigue hacer llegar una carta con la dirección escrita en japonés!!
ResponderEliminar1 beso más grande todavía desde Sardón! =D
Que bonito suena todo!!! Prometo mandarte una carta pronto!! Un beso gigante desde Torino!!
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